Vaya mañana más buena nos ha salido para ir al parque.
Nos hemos tenido que refrescar unas cuantas veces.
Hemos jugado de aquí para allá, como siempre, ejercitando todo lo que tiene relación con el desarrollo psicomotor.
Pablo aprovecha esta superficie inestable para hacerla... ¡a gatas!
Nos ponemos a buscar bichos, algunos estaban muy interesados.
Les propongo levantar alguna piedra, suele haber muchos.
Encontramos hormigas y bichos bola. Y también arañas.
Algunos se empeñan en pisarlas pero al resto nos parece que es una MUY MALA idea... ¡son seres vivos! ¡no podemos matarles!
Así que levantamos las piedras con cuidado y luego las volvemos a poner igual. Así pueden seguir viviendo ahí.
Entre las flores vemos avispas o abejas. No sabemos muy bien cuál es la diferencia entre unas y otras.
Les cuento que a estas no hay que acercarse ni intentar tocarlas porque se defienden cuando sienten peligro o miedo, clavando su agijón y duele un montón.
Vemos patos en el río y hacemos algo que sólo se puede hacer si hay una profe: pasar por debajo de la cerca y bajar hasta el río.
Avisar de bajar con cuidado hace que algunos bajen con inseguridad o demasiada cautela; no viene mal para prevenir un buen golpe en las piedras del río o un chapuzón.
Bajan la mayoría, con cuidado, controlando la situación.
Martín vuelve con una pluma. Después de hacer alguna hipótesis a algunos les parece lógico que pueda ser de pato. A todos les llama la atención lo ligera que es cuando se suelta.
Otros nos han visto y no se lo quieren perder. A los más intrépidos hay que darles el alto, a la derecha ya está la carretera.
Y además es la hora de volver al cole.
Cuándo bajábamos hemos podido ver mamás patas con patitos muy pequeños. Nos hemos acordado que los patitos se parecen al número dos, y qué causalidad hoy le hemos tenido en la fecha de mañana (sumamos a partir del 13 para saber a quién le toca escribir la fecha según el número que tenemos asignado en la lista de clase).
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