Queremos que, en la medida en que podamos, sean los intereses o curiosidades de los niños el punto de partida para desarrollar contenidos o experiencias.
Hace ya mucho que Lucas dijo que quería ser bombero, nos hemos preguntado qué necesitan, qué hacen...
Hemos aprendido una canción (https://www.youtube.com/watch?v=7hxfExJXFGo) y en un libro hemos visto muchas cosas sobre esta profesión. Y por fin llegó el día en que vino el bombero a clase. Las caras lo dicen tooooodo:
Y es que no era para menos. Vino con todo todo todo el equipo:
Primero nos enseñó el casco. Tiene dos viseras diferentes. Dudamos que se pudiera ver con la dorada.
Así que quien quiso, probó:
También nos enseñó la mascarilla para respirar el oxígeno durante los incendios, en lugar del humo.
Primero lo probó con su ayudante, Naim (es su papá, ¡qué suerte!).
A Cayetana no la daba miedo nada. Lo probó tooodo.
Raquel se puso el traje. ¡Qué susto! ¡Y eso que la vimos cómo se vestía!
Parecía enorme:
Es un traje gordísimo, duro, con reflectantes, refuerzo, el calzado va pegado al pantalón... ¡algo increíble!
Naim nos repartió unos cuadernos, que llevamos a casa, y unos caramelos que nos supieron a bombero, coca-cola... ¡deliciosos!
Y se nos quedó en el cuerpo una experiencia súper-chula entorno a un conjunto de ideas bien variadas sobre:
- Ser bombero es una profesión. Es un trabajo.
- Nos ayudan en los incendios, en las inundaciones y a rescatar gatos.
- Tienen un equipo increíble: cascos (con linterna), trajes, camiones, mangueras, escaleras y escalas, colchón de salvamento, lanchas...
Así que Lucas ha conocido algo más sobre cómo va a ser su profesión. Y los demás hemos disfrutado y ampliado nuestra idea sobre los bomberos gracias a Oscar... ¡muchas muchas muchas gracias!
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