Así estaba la sala cuando llegamos:
Primero observamos y pensamos qué podremos hacer:
Natalia ha estado todo el tiempo metiendo chapas y nueces en esta tapa de plástico. Nada que ver el sonido de las chapas y el de las nueces.
Martina enseguida se dió cuenta de que las chapas sonaban al rasparlas contra el suelo.
Y Sergio que suena el tubo estriado metiéndole en el de cartón.
Cuando Ana y Victoria soplaron a la vez por el tubo estriado aquello sonaba raro...
¡como el barritar de los elefantes!
Y hoy hemos cambiado la forma de representar. Ya no será individual, esperaremos a que comiencen a representar. De momento será un lugar de garabateo, su necesidad.
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