La otra vez que hicimos bandejas de pan rallado (o, como ellos dicen, arena), tuvieron la necesidad de hacer castillos de arena. Sin embargo, Martina no dudó ni un segundo... para eso se necesitaba agua. Por lo tanto, en esta sesión no podíamos darles pan rallado y no añadir agua.
Al añadir el líquido, Martina vio una buena oportunidad para hacer galletas, ya que casi todos estaban convencidos de que la mezcla olía a galletitas. A Ismael le olía a "la cena de su casa" y Yumara lo notaba crujiente.
Sergio afirmaba que se podía comer, aunque ninguno lo probó. Julia, por otra parte decía que era plastilina blandita, lo cual discutió con Ismael porque afirmaba que, cuando había mucha cantidad, se ponía súper dura.
Lucas: "se pega a las manos, pero si no lo aplasto me mancho las manos y no se hace bola"
Ismael: "qué redondito... ¡son cómo croquetas!"
Kendra: "¡podemos hacer bolitas y las guardamos con la plasti!"
Julia: "pero tienen que ser bolas pequeñas, porque no entran en el bote"
Kendra: "pues yo quiero hacer una bola de cinco metros"
Natalia: "eso es mucho más alto que vosotros..."
Algunos creando nuevas parejas de juego... otros buscando un juego autónomo... experimentando con nuevas mezclas y combinaciones. Pero, sobre todo, pasándoselo bien.
Sara Macías de la Vega
Observaciones sobre lógica-matemática para el Informe del Practicum
Alumna en práctica en 4º de Magisterio en la especialidad de Educación Infantil de la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria.
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