Es difícil preparar, fotografiar, recoger notas... no consigo hacerlo todo. O simplemente parar y mirar. El tiempo es muy corto. Ayer fue imposible. Hoy lo he conseguido.
Las casetas con luces, lugares donde esconderse, han sido un vete y ven donde si alguna no cerraba la puerta seguían entrando y entrando. Cuesta compartir espacios tan íntimos. Para unos era cerrar un espacio, para otros era la oportunidad de tener muy cerca a otro. Se observan, se tocan, se preguntan cómo encender y apagar las linternas. María, Yumara e Ismale se pasan una de esas pelotas que también suena.
Se miran muy de cerca.
También reptan, 'hay un monstruo' le dice Kendra a Sergio mientras se deslizan a toda prisa con las linternas en la mano. Y luego le dice a Lucas: 'no te preocupes que tengo una linterna móvil'. Salen y vuelven a entrar otra vez.
Cuando me acerco a otros dos oigo: ¿tu eres mi novio? No destapé la tela esta vez, me parecía algo lo suficientemente íntimo para que nadie les molestase. Sólo entraban ellos dos. Me fui, casi es mejor no escuchar algunas respuestas.
Natalia juega con Lucas: 'mira una chuche'. Las lucecitas pequeñitas las recolectan y las reparten.
Julia y Ana se reparten las linternas. Y luego siguen la proyección sólo con el movimiento de muñeca. Martina acaba utilizando el brazo en espacio amplio, el diámetro de la proyección cambia. Está un rato observando.
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