ESCONDERSE EN LA OSCURIDAD

Las cajas apiladas y tapadas hacen un espacio que invita a entrar, se ilumina con las linternas. 

Entran, ni siquiera sacan el almuerzo. Demasiado tentador.

Para Yinguxuan hay demasiado barullo. Juega con los macarrones en la casa.

Para los ojos y el pensamiento adulto, para un niño taparse supone esconderse, no estar, disfrutar con un cucu-trás. Pero cuando les observamos vemos taparse es morirse, darse de comer, sentarse en un sillón... ¡y todo lo que no alcanzamos a ver!

Ismael: 'Antes me había muerto. Tápame, tápame, métete'. Dice con prisa a su compañera. Ella ríe y se apresura a taparse.

Las telas sirven para taparse pero enseguida las cajas suscitan un interés mucho más fuerte. ¿Cómo consiguen meterse?.

Kendra (se mete en una caja): 'Ay! abrirme.

Julia: 'Te abro'.

Ana: 'No, no te puedes meter'. Y me mira para buscar mi aprobación pero no ve ni un sí, ni un no. 

(Yo también dudaba, no sabía si presentárselas la próxima sesión abiertas y otras más grandes para que el cuerpo ya formase plenamente parte del objeto. Dudando y dudando fui viendo que hoy era el día.) 

Kendra: Tenemos que hacer unos agujeros (prueba a meterme pero no puede, las piernas quedan fuera).

Lo intentan una y otra vez. Y desarrollan juego simbólico.

Kendra: 'Mamá dame de comer' dice a Julia.

Julia; 'Toma'. La comida es la luz de la linterna proyectada en la mano, Kendra se la come.

Martina mira y sonríe.

Aparece Natalia y Julia le dice: 'Te vienes aquí un ratín y luego te vas de compras' (se asignan roles).

Ismael viene a buscar a Natalia. No se quiere ir. Isamel la convence con : 'Yo también quiero ser un bebé'.

Julia le dice a Kendra: 'pequeñita'. La toca el pelo. 'Ay, preciosa, cuánto te quiero'.

Y después de un rato:

Kendra: 'Quiero ir a otra parte'. Se van a la cocina, ahora Victoria también va (pronto volverá para secar el pelo a la profe bajo la atenta mirada de María, que más tarde copiará el juego). 

Ana se pone, tumbada, una caja por arriba y otra por debajo. Consigue cubrirse el cuerpo.

Y Lucas es el que más persevera.

Ahí está con la caja del 1 y del 7.

Martina le observa. Y llega por allí Julia.

Martina: '¡Mira, Julia!' Están viendo a Lucas dentro de las cajas, pero solo la cara.

Les facilito la apertura de la caja por el otro lado. Y ahora se tapan de pie.

Pero Lucas ha buscado su propia forma de abrirlas. Así es como ha hecho un sillón a Martina, a Julia, a Sergio y a María. En el mismo orden que van entrando en el juego.

Se tronchan de la risa.

Con una diálogo parecido a este acabaron teniendo todos sillón.

 Sergio: 'Lucía, yo también quiero una caja'. Coge una de las colocadas para sillones.

Lucas: 'No! Sergio!. Ésta'. Y le da otra que no estaban usando. 

Sergio: 'Lucía, no me dejan'.

Lucas: 'Si quieres te hago una'.

Sergio: 'Lucía, me van a hacer un asiento'. Lucas ya se ha puesto a ello.

Lucas: 'No puedo, pero ayúdame'. ¡Y lo consiguen!

Después llega María y con toda la comunicación verbal de Lucas y toda la comunicación no verbal de María, se las apañan perfectamente para que ella también tenga su asiento.