Es la hermana de Yumara. Nos ha contado que está muy malita, con mucha fiebre y tos. Nos ha prometido que volverá a leer un cuento un día que esté en clase.
Ana no está enfadada... ¡está dormida como un cesto! El descanso ha empezado a ser mágico para algunos.
Estos cuentos los han hecho solitos, ninguna persona mayor les ha ayudado y no os imagináis qué buen trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario